Heráclito echó pestes de Homero por difundir la superstición en los dioses. Sócrates fue condenado por pervertir a la juventud de Atenas. ¿Existirían la filosofía y la ciencia sin cuestionar, sin ofender las leyes de los dioses? Es más: ¿habrían evolucionado las propias religiones si la historia de las religiones no hubiera sido una historia de ofensas y luchas entre ellas? El Islam nace en oposición al cristianismo, el cristianismo en oposición al judaísmo y éste como respuesta a los credos politeístas de Egipto.
“Las religiones permanecen vivas gracias a las herejías, que son repentinas explosiones de fe. Las religiones muertas no las producen”. Gerald Brenan