Las Siete Partidas de Alfonso X el Sabio en la legislación norteamericana.
Los exploradores españoles del siglo XVI, de Charles Fletcher Lummis
Charles Fletcher Lummis (1859-1928), periodista, historiador y activista a favor de los indios estadounidenses, en su libro LOS EXPLORADORES ESPAÑOLES DEL SIGLO XVI (1920), escribe:
El honor de dar América al mundo le cupo a España; el crédito, no solo del descubrimiento, sino de siglos de trabajo pionero tal que ninguna otra nación en ningún otro país se le puede equiparar. Prácticamente una sola nación tuvo la gloria de descubrir y explorar América, de cambiar las ideas del mundo sobre la geografía y de llevar por sí sola el conocimiento y el comercio durante un siglo y medio. Y esa nación es España.
No solo fueron los españoles los primeros conquistadores del Nuevo Mundo, sino también sus primeros civilizadores. Ellos construyeron las primeras ciudades, las primeras iglesias, escuelas y universidades, montaron las primeras imprentas y publicaron los primeros libros; escribieron los primeros diccionarios, historias y geografías, y trajeron los primeros profesores y misioneros. Una de las cosas más asombrosas de los españoles, es el espíritu humanitario y progresista que desde el principio hasta el fin caracterizó sus instituciones.
Los españoles no exterminaron a ninguna nación aborigen, como exterminaron docenas de ellas nuestros antepasados los ingleses… Entre el Cabo de Hornos y el Polo Norte no había ni una mala casucha inglesa ni un solo hijo de Inglaterra… España se desangró en una conquista tan enorme que ni aún hoy podría nación alguna dar los hombres o el dinero necesarios para una empresa semejante en pos del progreso mundial.
Algunas historias han pintado a esta heroica nación como cruel para los indios; pero la verdad es que la conducta de España en este particular a nosotros debería avergonzarnos. La legislación española referente a los indios de todas partes, era incomparablemente más extensa, comprensiva, sistemática y humanitaria que la de la Gran Bretaña, la de las Colonias y la de Estados Unidos juntas.
La Hispanidad es integradora y mestiza
Acerca de las diferencias de sexo innatas
«Además, las diferencias de sexo en el temperamento -el precursor más básico de los rasgos de personalidad- se observan incluso en bebés muy pequeños. Los bebés varones tienden a mostrar niveles más elevados de lo que se conoce como sobreactuación (altos niveles de actividad y emoción positiva, impulsividad y compromiso con su entorno) desde el nacimiento e incluso son, por término medio, más activos en el útero. Las bebés hembras tienden a mostrar niveles más altos de control del esfuerzo, lo que implica tanto un mayor control inhibitorio como una mayor atención. Estas diferencias de temperamento solo se corresponden en parte con las diferencias de rasgos en la edad adulta, pero su existencia indica, al menos, que los varones y las hembras ya son diferentes desde el punto de vista del comportamiento, incluso antes de nacer y antes de cualquier posible influencia cultural».
Innato: Cómo el cableado de nuestros cerebros da forma a quienes somos.
Kevin J. Mitchell (2018).