Eliminar ministerios inútiles

Y el Ministerio de Inclusión, el de Transición Ecológica y Reto Demográfico, el de Asuntos Económicos (además del de Economía) y Transformación Digital, y los departamentos de Memoria Democrática, Agenda Urbana, Función Pública, Agenda 2030…

Podríamos ahorrar miles de millones sólo con eliminar ministerios y organismos inútiles y emplear esas ingentes cantidades de dinero en mejorar la sanidad o la educación, asegurar las pensiones, invertir en investigación o cultura, fomentar la industria, ayudar a sobrevivir a la España del interior…

Bastaría con hacer volar por los aires toda esta mierda. Sería hermoso, ¿verdad?

Un curioso comunicado

El Partido Feminista de España ha publicado un comunicado sobre Cataluña muy sensato y coherente desde una ideología izquierdista, pero totalmente irracional y sesgado cuando aplicamos los argumentos que esgrimen contra los separatistas a su propia doctrina. Sólo tenemos que cambiar independentistas por feministas, Catalunya por mujeres y España por patriarcado. Primero cito el original sobre el tema catalán y luego pongo el otro:

«Cuando los independentistas alegan el “derecho de autodeterminación” están utilizando un término que no les concierne. No se puede aplicar a Catalunya el “derecho de autodeterminación de los pueblos” porque no es un territorio colonizado por otro país imperialista.»

«Es falso que Catalunya viva una situación de territorio colonizado. Catalunya no es una colonia, sino una parte de la nación española.»

«Es también falso, como afirma el sector independentista, que el pueblo catalán en su totalidad pretenda la independencia. En las votaciones de las últimas elecciones ni siquiera el 50% de los votantes se pronunciaron por esa opción, y la formación política más votada fue Ciudadanos, que formó el grupo mayoritario de la Cámara, que se opone frontalmente a la independencia. Con absoluto desprecio a la ciudadanía que no desea la secesión con el resto de España, los dirigentes independentistas se erigen en representantes y voceros de la totalidad de la sociedad catalana y pretenden imponer, con maniobras ilegales, su proyecto político a toda la ciudadanía.»

«Desde la izquierda política en que se sitúa el Partido Feminista de España, no podemos aceptar que se plantee la secesión de una parte de la nación para cumplir los propósitos de la burguesía catalana que desde el siglo XIX ha planteado su supremacismo, y la demanda de ser beneficiada con privilegios y premios económicos. Es una falacia el eslogan de “España nos roba”, cuando Cataluña tiene la segunda renta más alta de España. Si se trata de exigir más privilegios e ingresos a costa de cargar con más impuestos a las regiones más pobres, que es la pretensión siempre de la burguesía, resulta absolutamente inaceptable que sea la izquierda quien defienda esta postura.»

Bien, nada que objetar; hasta aquí el comunicado. Ahora cambiamos los términos, tal como hemos sugerido arriba, y adaptamos el texto para la ocasión, que os lo hay que dar todo hecho, collons:

«Cuando las feministas alegan el “derecho a decidir” están utilizando un término que no les concierne. No se puede aplicar a las mujeres el “derecho a decidir sobre su cuerpo” porque el cuerpo de las mujeres no es un territorio colonizado por ningun machismo opresor.»

«Es falso que las mujeres vivan una situación de discriminación estructural. Las mujeres no son un colectivo oprimido, sino la mitad de la especie humana.»

«Es también falso, como afirman sectores feministas, que el sexo femenino en su totalidad se declare discriminado y oprimido. En las últimas encuestas sólo una minoría de mujeres se pronunció por esa opción, y las opciones más elegidas son las que reconocen el valor de los hombres y se reconocen a su vez valoradas por la sociedad, ya sea como mujeres, como madres o como profesionales, que forman la opinión mayoritaria en la sociedad, que se opone frontalmente a la discriminación positiva feminista. Con absoluto desprecio a la ciudadanía que no desea la guerra de sexos, los dirigentes feministas se erigen en representantes y voceros de la totalidad de las mujeres y pretenden imponer, con maniobras ilegales, su ingeniería social a toda la ciudadanía.»

«Desde la izquierda política en que se sitúa el Partido Feminista de España, no podemos aceptar que se plantee la discriminación de la mitad de la población para cumplir los propósitos de una agenda política que desde hace años ha planteado su superioridad moral, y la demanda de ser beneficiada con privilegios y premios económicos. Es una falacia el eslogan de “patriarcado opresor”, cuando las mujeres tienen los mismos derechos y coberturas, incluso más, que el sexo masculino. Si se trata de exigir más privilegios e ingresos a costa de cargar con más impuestos a las rentas más pobres, que es la pretensión siempre de las élites, resulta absolutamente inaceptable que sea la izquierda quien defienda esta postura.»

Pues sí, la verdad es que es inaceptable. Lástima que no sean capaces de utilizar más que el cerebro límbico, y el neocortex sólo lo tengan de adorno.

Rafael Gonzalo

Entrevista a Victoria Kent

Victoria Kent fue la primera mujer en ingresar en el Colegio de Abogados de Madrid en 1925, en plena dictadura de Primo de Rivera, y la primera mujer del mundo que ejerció como abogada ante un tribunal militar. Durante la II República ocupó el cargo de Directora General de Prisiones. Su nombre ha sido utilizado como estandarte de la emancipación femenina. Esta entrevista tiene por ello un gran valor testimonial. Bien, sólo he visto los primeros minutos, pero voy destacando algunos pasajes:

Min. 7:

-Yo no he hecho nada por liberarme. Los hombres siempre me ayudaron. Siempre tuve su compañerismo. No existe la guerra de sexos.

Min. 8:

-¿Es usted feminista?

-No.

Min. 9:

-La primera obligación de una madre es su familia y sus hijos. Que una mujer tenga hijos y los mande a una guardería y se vaya a ganar un jornal, para mí esto no tiene sentido.

Min.9:

-Que el divorcio esté en la constitución es la mayor tontería que se puede decir.

Min.14:

-La cultura se la debemos a los hombres, el Estado social se lo debemos a los hombres, el progreso en la ciencia se lo debemos a los hombres. Todo se lo debemos a los hombres.

Min.14:

-Nunca tuve que empujar ninguna puerta. A mí me han ayudado siempre los hombres.

En fin, creo que de momento es suficiente. Son opiniones muy tradicionalistas que no tienen nada que ver con el discurso socialista o feminista, y a primera vista nos puede resultar llamativo. Se podrá estar más o menos de acuerdo con ellas, pero eso no es motivo para falsificar la Historia. De hecho, forman parte de un discurso distinto, similar al de Federica Montseny y al de tantos otros hombres y mujeres considerados iconos de la emancipación y los derechos de la mujer, que está en las antípodas de la narrativa feminista, que sólo pretende monopolizar una cuestión femenina en la que el feminismo sobre todo ha aportado irracionalidad, discordia y manipulación desde sus inicios hasta hoy.

Rafael Gonzalo

Simone de Beauvoir y la maternidad

Simone de Beauvoir, en El segundo sexo, define la maternidad como un obstáculo para la vocación humana de trascender. Para salir de la dominación del hombre sobre la mujer, el feminismo existencialista propone sacar a la mujer de su destino biológico, rechazando la maternidad, que se nos revela sobre todo como “una tara” que debe ser superada. Ser madre constata la supeditación de la mujer a la especie y a la naturaleza. La mujer como prisionera, afirmaba la autora, de un cuerpo que menstrua, procrea, se embaraza y pare. Un cuerpo que, en definitiva, la traiciona. Mientras que el hombre queda libre de este destino, ya que sus atributos genitales no obstaculizan su experiencia individual. Para la autora, la maternidad no es una gracia sino una servidumbre:

«El hombre ha logrado sojuzgar a la mujer, pero en esa medida la ha despojado de lo que hacía deseable su posesión. Integrada en la familia y la sociedad, la magia de la mujer más se disipa que se transfigura; reducida a la condición de sirviente, ya no es esa presa indomada en la cual se encarnaban todos los tesoros».
“Todo el organismo de la mujer está adaptado a la servidumbre de la maternidad y es, por tanto, la presa de la especie”.

¿Y cómo se libera la mujer de esa servidumbre? Por medio del trabajo:

“Mediante el trabajo ha sido como la mujer ha podido franquear la distancia que la separa del hombre. El trabajo es lo único que puede garantizarle una libertad completa”.

¿Y cuál es el sistema social y político ideal en el que la mujer se libera mediante el trabajo? La Unión Soviética:

«Es en la URSS donde el movimiento feminista adquiere la máxima amplitud. Son las resistencias del viejo paternalismo capitalista las que impiden en la mayoría de los países que esa igualdad se cumpla concretamente: Se cumplirá el día en que esas resistencias sean destruidas. Ya se ha cumplido en la URSS, afirma la propaganda soviética. Y cuando la sociedad socialista sea una realidad en el mundo entero, ya no habrá hombres y mujeres, sino solamente trabajadores iguales entre sí“.

Escribía Chesterton en Lo que está mal en el mundo que el feminismo descubrió un día que la mujer estaba sometida a una feroz tiranía, pero en lugar de destruir la tiranía, se propuso destruir a la mujer. Y lo hizo reprimiendo sus plurales vocaciones, hasta convertirla en una infeliz especialista, aceptando una visión de las relaciones humanas y una ideología política que vienen definidas por una falta de perspectiva histórica y por unas taras personales que resultan abrumadoras, lo cual da lugar a contradicciones estériles: liberarse de la función biológica femenina de la maternidad para esclavizarse con el rol social masculino del trabajo; liberarse de la naturaleza para servir al socialismo; liberarse de la familia para someterse al Estado.

Las anarquistas como Emma Goldman, en cambio, son otra historia. ¿Cuántos peones más necesita el sistema para que sigamos considerando el colectivismo igualitario una doctrina dignificadora y edificante?

 

@RafaelGonzalo