Las Navas de Tolosa: «Amigos, todos somos españoles».

Si nos vamos a la Batalla de las Navas, tal día como hoy 16 de julio pero de 1212, una vez reunidas las tropas justo antes de la batalla, éstas son arengadas por el rey de Castilla, Alfonso VIII, subrayando el carácter común nacional de castellanos, aragoneses, navarros o portugueses, al margen del reino del que fueran súbditos naturales.

Así cuenta este dramático momento Alfonso X en la Crónica General: «Alfonso VIII apartóse otro día con los de Aragón et portugaleses et gallegos et asturianos, essos que y allí vinieron; et díxoles assí el rey don Alfonso: ‘Amigos, todos somos españoles.» (Primera Crónica General de Alfonso X).

Ahí está, existente, compareciente, la nación española, en los documentos del siglo XIII, reconocida en su singularidad antropológica, e integrada por gallegos, vascos, catalanes, navarros, etc. Sí, también portugueses, como el propio Camoens reconocerá en el XVI.

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Amigos, todos nos somos españoles, et entráronnos los moros la tierra por fuerza et conquiriéronnosla, et en poco estidieron los cristianos que a essa sazón eran que non fueran derraygados et echados della.

Amigos, todos nosotros somos españoles. Los moros entraron en nuestra tierra por la fuerza y nos la han conquistado, y fueron muy pocos cristianos a los que no se desarraigó y expulsó de ella.

(Alfonso VIII de Castilla).

La batalla de las Navas y un gobierno en disfunciones

Tal día como hoy de 1212 tuvo lugar la famosa batalla de las Navas de Tolosa, en las inmediaciones de Despeñaperros, Jaén, un avance decisivo en la llamada Reconquista y en la unificación de España, episodio que no parece despertar el menor interés entre unas autoridades incapaces de mirar más allá de sus ombligos y poltronas y de llegar a acuerdos de gobierno desde hace ocho meses y lo que queda, y eso si nos limitamos sólo a las recientes elecciones. Quizá se deba este rechazo a que en aquella batalla lucharon juntos castellanos, catalanes y vascos; o quizá a que hace tantos siglos ya existía entre todos ellos una actitud solidaria y consciente de formar parte de un mismo pueblo, al que probablemente ya entonces llamaban España, al menos desde tiempos de San Isidoro, siglos antes de los Reyes Católicos. ¿Cómo? ¿habitantes de una misma tierra echando a un lado sus rencillas e intereses particulares y combatiendo unidos en una gran empresa común? ¿hay algo más contrario a los intereses de los actuales partidos de colores? Ya decía nuestro pobre Nietzsche que la memoria histórica sólo llega hasta el abuelo. O algo así, decía.

NAVAS 22 Caja Tonta

Batalla de las Navas de Tolosa, 16 de julio de 1212